El uso de figuras retóricas (ars bene dicendi) es uno de los ingredientes esenciales de lo que se conoce como literatura, aunque no el único, y sirve para diferenciar el texto literario del no literario. La cuestión radica en la cantidad y en la intensidad. No es privativo de este tipo de textos y por ello las hallamos con frecuencia en todo tipo de textos. Las usamos a diario: Hacemos la cola en el supermercado, nos bebemos un bierzo, vivimos en una encantadora ciudad, la debilidad de los colores otoñales nos vuelven melancólicos, etc.
Si nos detenemos en la prensa actual, observaremos que el oxímoron es una de esas figuras que se ha puesto de moda. Quizá se deba a la radical oposición que se está realizando a nivel político entre los contrarios, y que no es otra cosa que el reflejo en la política del estado de la sociedad. Si un partido habla del buenhacer de su partido en el gobierno, la oposición se lamenta del estado de desgobierno en que ha caído el gobierno. Si hablamos de comportamientos institucionales o empresariales, algunas fuerzas sociales piden una banca ética, una justicia deportiva. En la sociedad hay quienes tienen voz y voto, hablan, pontifican, disponen. Hay otros muchos que callan, son los dueños del silencio que habla, de un silencio atronador. No hace falta seguir.
Veamos ahora el plano teórico y la praxis de las tres figuras de las que hablábamos: antítesis, paradoja y oxímoron.
FUNDAMENTO: La oposición o contraposición de sentido es el fundamento de tres figuras retóricas incluidas dentro de la clasificación tradicional de las «de pensamiento».
1ª. ANTÍTESIS:
– Oposición real de ideas, tanto a nivel superficial como profundo de la oración. Los términos antitéticos, aparte de los semas -rasgos de significación- que los enfrentan, comparten semas de significación, es decir, pertenecen al mismo campo semántico.
– Se manifiesta entre palabras aisladas, frases u oraciones.
– Ejemplos: Maldecir del malo,alabanza es del bueno. Los pescadores lloraban por verse presos, y yo reía por estar libre.
-Ilustración gráfica: Rosa de Alejandría que se abre de noche y se cierra de día:
2.ª PARADOJA:
– Presentación de algo como contrario a lo que se espera, a la opinión establecida, a la lógica. Aproxima dos ideas opuestas y en apariencia irreconciliables. La contradicción es solo aparente. Tiene explicación en la estructura profunda de la oración.
– Se manifiesta generalmente en la oración compuesta, aunque también la podemos encontrar en la simple.
– Ejemplos: Las crudezas de mis males / más se calla en la decir, / pues mis dichos no son tales / que igualen las desiguales / congojas de mi vivir. (Jorge Manrique). Al avaro, las riquezas le hacen cada día más pobre.
Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.
(Santa Teresa de Jesús)
– Ilustración gráfica: Sueño despierto cada día que viajo al infinito:
3.ª OXÍMORON:
– Fusión o síntesis de dos términos contrarios formando una unidad sintáctica. Solo en apariencia son contrarios. En su estructura profunda no lo son. Existe una explicación lógica. Se produce por contigüidad de sus términos.
– Se restringe al ámbito de la oración simple, generalmente a la frase.
– Ejemplos: Cadena de libertad; muerte viva es; el beso, instante eterno; calma tensa.
Ulysses
I El mito es la nada que es todo.
El mismo sol que abre los cielos
es un mito brillante y mudo-
el cuerpo muerto de Dios
vivo y desnudo.
II Este, que aquí desembarcó
fue por no haber existido.
Sin existir nos bastó.
Por no haber venido, vino
y nos creó.
III Así la leyenda corre
entrando en la realidad,
fecundándola transcurre.
Abajo la vida, mitad
de nada, muere.
(Fernando Pessoa)
-Representación gráfica: Un instante eterno:
NOTA: La diferencia entre paradoja y oxímoron se puede decir que es análoga a la que existe entre metáfora y alegoría.
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Literatura y otros mundos 