LA HISTORIA CASI INTERMINABLE DEL PRIMER EDIFICIO PROPIO DEL INSTITUTO LEONÉS DE SEGUNDA ENSEÑANZA, denominado a la sazón «Instituto General y Técnico de León»

El Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de León se creó mediante Real Orden del Ministerio de la Gobernación de 26 de agosto de 1846 con un déficit importante: carecía de edificio propio.

El primer curso la docencia se impartió en el edifico conocido como Casa de los Escolapios (propiedad del Ayuntamiento, mayoría de las asignaturas), que no era otro que el colegio que los jesuitas habían levantado en la ciudad de León a finales del siglo XVI, y en aulas cedidas por el Seminario Conciliar de San Froilán (algunas asignaturas).

PLANO DE LEÓN EN 1847

En el curso siguiente pasó a ocupar el Convento de San Marcos (propiedad del Estado) y allí se mantuvo hasta el curso 1855-1856 que volvió de nuevo a la Casa de los Escolapios.

Los 105 alumnos matriculados en el primer curso de su andadura se habían convertido en 1867 en 299. El incremento significativo hacía que el viejo edificio se quedara pequeño y su director, Vicente Andrés y Andrés, pidiera ya un nuevo edificio que pudiera albergar con comodidad a los alumnos, las cátedras, la biblioteca y los diferentes gabinetes. Así lo explicaba el director del centro en la Memoria acerca del estado del Instituto de Segunda Enseñanza de León, leída el 16 de septiembre de 1867 al hablar de las mejoras realizadas en el edificio:

Ninguna mejora importante ha sido necesaria, salvo los reparos que son indispensables todos los años para la conservación del edificio. Mas esto no ha de interpretarse en manera alguna que el edificio satisface a las necesidades siempre crecientes de la enseñanza. No solamente es reducidísimo el local para una concurrencia de 300 alumnos, sino que también nos vemos imposibilitados de aumentar los medios de instrucción, por falta de local para este objeto. Los gabinetes de Física e Historia natural no pueden contener más aparatos y ejemplares que los que hoy poseen; y, aun cuando no recibieran aumento alguno, los ya adquiridos se hallan expuestos constantemente a deteriorarse por la falta de desahogo para su fácil manejo. La cátedra de dibujo, la de mayor capacidad que tiene el Instituto, es de tan reducidas proporciones para el fin a que está destinada que en el curso anterior nos hemos visto en la imposibilidad de admitir a todos los que intentaron matricularse. Si a esto agregamos que se carece absolutamente de un laboratorio químico, medio sin el cual los alumnos no pueden adquirir conocimientos, aproximados siquiera, de tan importante ramo de las ciencias naturales, y que la Biblioteca del Instituto no puede llegar a ser una realidad por la misma falta de local para ello, comprenderán cuantos me escuchan la urgente necesidad de proporcionar un edificio de buenas condiciones, si se quiere que el primer establecimiento científico que costea la provincia , sea digno de ella y dignos también los esfuerzos que se hacen para mejorarle.

CAPTURA DEL PLANO DE RUIZ DE SALAZAR, 1889. CON EL N.º 26, SITUACIÓN DEL INSTITUTO

Esta queja se irá transmitiendo de año en año, pero sin conseguir su objetivo. Hasta 1900, he destacado los siguientes hechos que me han parecido más significativos.

En 1885, a las deficiencias anteriormente señaladas, se añade la de las malas condiciones higiénicas del edificio como motivo de solicitud de uno nuevo. A los representantes leoneses en Cortes acude el claustro del Instituto para que realicen en Madrid las gestiones necesarias para dotar al centro de un nuevo edificio.

El deterioro del edificio con el paso de los años era evidente. Así, en 1895, se señala que la torre en la que está situada la estación meteorológica estaba en ruinas y convenía «estar alerta para que mañana no tengamos que lamentar ninguna desgracia».

Y así llegamos a 1900. A partir de dicho año se irán desencadenando una serie de hechos que culminarán en la edificación de un nuevo edificio para el centro leonés de segunda enseñanza.

La Ley de Presupuestos Generales del Estado de 1900, en su artículo 20, facultaba para que el Ministerio de Fomento, en el que radicaban las competencias de educación, se pudiera dividir en dos. Esto se llevaría a cabo mediante el Real Decreto de 18 de abril de 1900 por el que por primera vez en España la enseñanza tendrá su propio ministerio, el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes:

Artículo 1-. Queda suprimido el Ministerio de Fomento. En su lugar se crean dos nuevos departamentos ministeriales, que se denominarán respectivamente Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes y Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras públicas.

Artículo 2. El Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes entenderá en lo relativo a la enseñanza pública y privada en todas sus diferentes clases y grados, en el fomento de las ciencias y de las letras, bellas artes, archivos, bibliotecas y museos. Formará parte de este Ministerio la Dirección General del Instituto Geográfico Estadístico.

El 19 de abril del citado año se nombra al primer titular del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas artes, recayendo tal nombramiento en Antonio García Alix.

El Real Decreto del  Ministerio de Instrucción Pública de 17 de agosto de1901 reorganiza la segunda enseñanza y cambia de nombre a los centros, estableciendo en su artículo primero que

Los actuales institutos de segunda enseñanza tendrán, desde la publicación de este decreto, el nombre de Institutos Generales y Técnicos, y en ellos se dará las siguientes enseñanzas:

1.° Estudios generales del grado de Bachiller.

2.° Estudios elementales y superiores del Magisterio de primera enseñanza.

3.° Estudios elementales de Agricultura.

4.° Estudios elementaos de Industrias.

5.° Estudios elementales de Comercio.

6.° Estudios elementales de Bellas Artes.

7.° Enseñanzas nocturnas para obreros.

CAPTURA DEL PLANO DE LEÓN DE 1901. EL INSTITUTO EN LA CALLE LA CANÓNIGA

Hay un hecho que pudo resultar trascendente para que se levantara un nuevo edificio, pero a la postre parece que no lo fue. El 29 de mayo de 1901 visitó el Instituto de León el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes Álvaro de Figueroa y Torres (conde de Romanones). Declaraba el ministro que el contenido del centro educativo era bueno, pero el continente muy malo.

Al año siguiente, el claustro del Instituto nombra una comisión para que realice las actuaciones pertinentes para que la sociedad leonesa y sus instituciones puedan contribuir a que se lleve a cabo el eterno proyecto de construcción del nuevo edificio.

EL SOLAR QUE SE IBA A ELEGIR PARA EL NUEVO CENTRO ERA EL QUE EN LA CAPTURA DEL PLANO DE 1901 FIGURA COMO «MERCADO CUBIERTO »

Y así llegamos al 1 de octubre de 1904, fecha en que el secretario del centro comunica al claustro que gracias a las gestiones del Claustro de catedráticos, de la Diputación provincial y de los diputados leoneses en Cortes se ha conseguido que el nuevo edificio para el Instituto comience su andadura. Por un Real Decreto del Ministerio de Instrucción Pública de 18 de abril de 1904 se realiza la convocatoria para la redacción de un proyecto destinado a un nuevo edifico que albergue el Instituto. El Claustro de catedráticos del Instituto encarga  al arquitecto Torbado que realice los planos del nuevo centro, que estaría situado en el solar del mercado viejo. Estos fueron enviados al Ministerio el 26 de junio de dicho año.

En la Gaceta de Madrid del 2 de enero de 1905 se publica un concurso abierto para presentar proyecto para la construcción del nuevo edifico para el instituto leonés, en sustitución del «viejo y destartalado edifico que ocupa el Instituto», en palabras del secretario del centro.

Después de año y medio, la Gaceta del 6 de julio de 1906 publicaba un real decreto que establecía que de entre los proyectos presentados había sido elegido el de los arquitectos José Luis de Oriol y Emilio García Martínez, que fijaba el importe de la construcción del nuevo edifico en 740 626, 35 pesetas.

Casi dos años se tuvo que esperar para que se publicara la primera licitación de la obra, 22 de enero de 1908, con la particularidad de que quedó desierta.

De nuevo se vuelve a licitar la obra el día 10 de noviembre del mismo año, adjudicándose la construcción al contratista Manuel Suárez García el día 19 de diciembre, con un plazo de ejecución de tres años.

El contratista comunica al director del Instituto el 22 de marzo de 1909 que ha comenzado las obras dentro del plazo reglamentario.

COLOCACIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA DEL IGYT DE LEÓN

Las obras no avanzan al ritmo previsto, mas bien todo lo contrario: se solicitan nuevos plazos de ejecución que se agotan sin finalizarlas a la vez que se van pidiendo nuevas ampliaciones del presupuesto.

CAPTURA DEL PLANO DE LEÓN DE 1910 DONDE SE PUEDE OBSERVAR LA SITUACIÓN DEL INSTIUTO EN FUNCIONAMIENTO (PARTE SUPERIOR) Y LA DEL QUE SE ESTABA CONSTRUYENO (ENTRE LAS CALLES DEL RASTRO Y RUIZ DE SALAZAR)

Así se llega a 1915. El 20 de noviembre se recepciona la obra provisionalmente por orden del subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Se levanta acta del estado del edificio en la que el arquitecto Emilio García Martínez pormenoriza las muchas y graves deficiencias encontradas, por lo que el edifico no puede utilizarse para el fin a que se tiene que destinar  y en consecuencia no puede ser ocupado por la Administración.

El 23 de abril de 1917 el director del Instituto recibió la orden del subsecretario del Ministerio (fechada el 16) para que se realice la recepción del nuevo edificio. Así se hizo. El arquitecto García Martínez confirma que el edifico se halla finalizado de acuerdo con el proyecto aprobado por la Superioridad, pero también señala toda una serie de carencias que impiden que allí se pueda desarrollar la docencia, como el material fijo de las seis aulas, el de los laboratorios, del salón de actos, de la biblioteca, del archivo, el entarimado de las aulas, la falta de calefacción, depósito de agua y medio de elevar esta, la instalación de la luz, etc.

FACHADA PRINCIPAL DEL NUEVO EDIFICIO

La dirección del Instituto solicita al subsecretario del Ministerio que dé las órdenes oportunas para que subsanen las carencias detectadas a fin de que el nuevo edifico pueda ser utilizado y se le dote de los medios económicos necesarios.

La dotación económica ministerial para subsanar las carencias del nuevo edificio no llega. Gracias a la Diputación Provincial, al Ayuntamiento de la ciudad y a los representantes de los leoneses en Cortes se consiguió el 20 de diciembre de 1917 un crédito de 20.000 pesetas que se emplearon para amueblar parcialmente el edifico durante los primeros meses del año 2018.

La llegada a León en la primera mitad del año 1918 de la pandemia conocida como gripe española tuvo mucho que ver en el traslado del Instituto del viejo edificio al nuevo.

El curso escolar 1917-1918 finalizó en el viejo edifico del Instituto el 19 de mayo. Entre el 20 y el 30 se realizaron los exámenes finales. El día 1 de junio tenían que examinar a 191 alumnos de ingreso y 1136 libres. El Claustro del Instituto consideró que no era prudente acumular a tantas personas (alumnos y familiares) en el viejo edificio y de reducidas dimensiones por el peligro de contagio evidente de la gripe. Por ello solicitó al subsecretario del Ministerio que se autorizase la realización de dichos exámenes en el nuevo edificio mucho más espacioso. Se autorizó. Se llevó del viejo al nuevo edifico el mobiliario de las aulas y la secretaría del centro. Y allí se realizaron los exámenes del día 1 de junio. El Porvenir de León así daba noticia de ello:

Hoy han comenzado los exámenes de ingreso en las Normales [maestros y maestras], en el Instituto nuevo, y en el Seminario Conciliar los de fin de curso.

Finalizados los exámenes, continuó durante el verano el traslado al nuevo edifico de los materiales existentes en el viejo y se instalaron los nuevos adquiridos. Este traslado se vio favorecido porque, debido al recrudecimiento de la epidemia de la gripe, el curso escolar no comenzó por orden de la Superioridad hasta el 18 de noviembre de 1918, aunque la convocatoria para el curso 1918-1919 en el nuevo edificio la había realizado el vicedirector, Antonio Montila, el día 15 de agosto y se había publicado en el BOPL el día 30 de dicho mes, estableciendo como plazo de matrícula el período comprendido entre 1 y el 30 de septiembre, con el fin de iniciar las clases el día 1 de octubre.

En síntesis, la dotación de un nuevo edificio para el Instituto General y Técnico de León fue un largo y tedioso proceso que comenzó un 18 de abril de 1904 (convocatoria de la redacción del proyecto) y finalizó en la práctica el 1 de junio de 1918 con la realización de la primera actividad docente en el centro, los exámenes de los alumnos de ingreso y de los libres, aunque conviene reseñar que, según Mariano Domínguez Berrueta, director a la sazón, la orden de entrega definitiva del nuevo edifico no fue dada por el Ministerio de Instrucción Pública hasta el 14 de diciembre de 1918.

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Una respuesta a LA HISTORIA CASI INTERMINABLE DEL PRIMER EDIFICIO PROPIO DEL INSTITUTO LEONÉS DE SEGUNDA ENSEÑANZA, denominado a la sazón «Instituto General y Técnico de León»

  1. Marta Prieto dijo:

    Muy, muy interesante.
    ¡Gracias!

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