Cierro, de momento, el tema de los pendones leoneses con este tercer post recordando una vez más que ya en el Cantar de Mio Cid –Rodrigo Díaz de Vivar muere en 1099- aparecen como realidades diferentes los pendones (por ejemplo en los versos 15-16: «Mio Çid Ruy Diaz por Burgos entró, / en su compañía sesenta pendones llevaba.») y las enseñas caudales (vv. 1219-1220: «Alegre estaba el Campeador con todos los que con él están, / cuando en lo alto del alcázar coloca su enseña caudal»). Es esto una evidencia de que ambas enseñas son castrenses y su principal uso el militar.
PORTADA DE LA EDICIÓN DE 1555
Así llegamos al siglo XIII, a los tiempos del rey Alfonso X (1252-1284), en los que el uso de diferentes tipos de enseñas en el campo de batalla era una realidad cotidiana. Allí conviven los pendones de lanza y las grandes enseñas farpadas y sin farpar. El Rey Sabio será el que primero acometa la regulación de la forma, usos y personas a las que les corresponde llevar las enseñas militares. Nada nos dice de la materialidad del paño, de los colores, de las figuras, de las medidas, etc. Todo esto quedaba al albur de los usuarios. Dicha regulación se lleva a cabo en las Siete Partidas. Es esta un corpus normativo que fue redactado entre 1256 y 1265 en la corte castellana de Alfonso X. A las enseñas dedica las leyes XIII, XIV y XV del título XXIII de la Partida II.
ALFONSO X Y SUS COLABORADORES
Establece cinco tipos de enseñas, agrupadas en dos clases: MAYORES Y PENDONES. Igualmente precisa quiénes serán sus usuarios. Las mayores son los estandartes y las cabdales. A ellas dedica la ley XIII. Para los pendones reserva la ley XIV. Tres tipos distingue: el equivalente a lo que hoy se llama grimpola, gallardetón y bandera.
ENSEÑAS MAYORES
– ESTANDARTE: cuadrado y sin farpas[1]; sus usuarios serán los emperadores y los reyes.
– CAUDALES: cuadradas y farpadas; los usuarios serán los señores que tengan más de cien vasallos, los concejos de ciudades y villas, los conventos de las órdenes militares y el almirante mayor de una armada.
PENDONES
– PENDÓN POSADERO: ancho en el lado del asta y agudo en el contrario; lo llevan los maestres de las órdenes de caballerías, los comendadores y los señores que tuvieren entre 50 y 100 caballeros.
– BANDERA: rectangular, con unas dimensiones de 1 X 3; la porta el caudillo que tuviera a su mando entre 50 y 10 caballeros.
– [GALLARDETÓN]: estrecha y larga y partida en dos ramos; la utilizan los oficiales mayores del rey y los señores que tuvieren entre 5 y 10 caballeros, aunque la de estos ha de ser más pequeña que la de los oficiales.
La ley XV se dedica a señalar que todos a los que se ha referido con anterioridad pueden portar enseña en acciones militares, pero no de continuo, excepto el emperador y el rey que sí las pueden portar continuamente.
De todo lo anteriormente expuesto se puede deducir, no sin cierta lógica, que los pendones religiosos actuales –presentes ya en la reconquista del siglo XV-, tanto por su forma como por su uso, derivan de las enseñas caudales con adaptaciones a su carácter eclesiástico como, por ejemplo, la sustitución de la punta de la lanza primitiva por la cruz.
A continuación se ofrece el texto alfonsino modernizado y solo en los aspectos esenciales.
PARTIDA II, TÍTULO XXIII, LEYES XIII, XIV y XV
LEY XIII
QUÁNTAS MANERAS SON DE (EN)SEÑAS[2] MAYORES Y QUIÉN LAS DEBE TRAER Y POR QUÉ RAZONES
ESTANDARTE llaman a la seña cuadrada y sin farpas. Y esta no la debe traer otro sino el emperador o rey, porque así como ellos no son partidos, así no deben ser partidos los reinos donde son señores.
Hay otras que son cuadradas y farpadas al final[3], que llaman CAUDALES, y tienen este nombre porque solo las deben llevar los caudillos para acaudillar a sus hombres. Solo se deben dar a quien tuviere cien caballeros por vasallos o más; también las pueden traer los concejos de las ciudades o villas […]; esto mismo pueden hacer los conventos de las órdenes de caballería […]
LEY XIV
QUÉ SON LOS PENDONES Y QUÁNTAS MANERAS HAY DE ELLOS
PENDONES POSADEROS son llamados aquellos que son anchos contra el asta y agudos hacia los cabos, y los llevan en las huestes los que van a las posadas para indicar a las compañías dónde han de posar […]. Estos pendones los traen los maestres de las órdenes de caballería y los comendadores; también los traen los que tuvieren entre cincuenta y cien caballeros. Entre cincuenta y diez caballeros, el caudillo trae una enseña que es tres veces más larga que ancha y no es farpada; a esta llaman en algunos lugares BANDERA.
Hay otra enseña que es estrecha y larga y partida en dos ramos, y tal como establecieron los antiguos la traen los oficiales mayores del rey […]. Esta misma señal la traen los que fueren señores de cinco a diez caballeros, pero que fuese más pequeña que la de los oficiales.
Los guardadores de las huestes y de las cabalgadas, que llaman adalides[4], pueden llevar enseñas caudales si se las diere el rey.
El almirante mayor de la armada debe llevar en la galera en que fuere el estandarte del rey una enseña caudal en la popa de la galera con sus armas […] El resto de las naves solo deben llevar la enseña real o del señor que mandó hacer la armada, excepto el cómitre[5] de cada galera que puede llevar en ella un pendón de su señal […].
LEY XV
QUE NINGUNO TRAIGA ENSEÑA CONTINUAMENTE SINO EL EMPERADOR O EL REY, Y QUE NUNCA SE PARE ENSEÑA TENDIDA CONTRA EL REY DE AQUEL A QUIEN ÉL SE LA DIO
Cualquiera de los anteriormente dichos pueden llevar las enseñas que se han dicho en las huestes o en las guerras; mas con todo eso no la debe traer de continuo otro que no sea emperador o rey, porque son caudillos cada día; además, para honra de los imperios y de los reinos que han de mantener, y para que sean conocidos por donde fueren, pueden traer consigo enseña o pendón cada vez que cabalguen tanto en tiempo de paz como de guerra […].
[1] FARPA: Cada una de las puntas agudas que quedan al hacer una o varias escotaduras en el borde de algunas cosas.
[2] SEÑA: Bandera militar.
[3] Normalmente en el lado opuesto al del asta.
[4] ADALID: Caudillo militar.
[5] CÓMITRE: Capitán de mar bajo las órdenes del almirante y a cuyo mando estaba la gente de su navío.